Los orígenes de la marca Bulova se remontan a 1875. Josef Bulova, un emigrante checo de 23 años, fundó la J. Bulova Company, más tarde Bulova Watch Company, en Nueva York, Estados Unidos. Desde 2007, Bulova es propiedad del prestigioso fabricante japonés Citizen. Los relojes Bulova están equipados principalmente con movimientos suizos ETA, RONDA, SELLITA y la mayoría de los modelos tienen cristal de zafiro resistente a los arañazos.

En 1912, Josef Bulova abre una fábrica en Biel, Suiza, dedicada exclusivamente a la fabricación de relojes. Este movimiento ya es único, atrevido e innovador para su época. Con un mayor éxito, Bulova podía permitirse gastar más en investigación y promoción. En 1926, millones de estadounidenses escucharon el primer anuncio de radio del mundo: "Son las 8 de la mañana, hora de Bulova". 

Como fabricante de relojes, Bulova dejó su impronta especialmente en el campo de los relojes de accionamiento electrónico. En los años 50, crearon el sistema de afinación Bulova ACCUTRON. Los Accutrons son los primeros relojes del mundo que utilizan un diapasón como oscilador en lugar de una inercia, que hasta entonces se había utilizado exclusivamente en el mundo de la música. El diapasón se mantiene constantemente en el reloj a una frecuencia de vibración de 360 Hz. En comparación, los volantes de inercia convencionales rondan los 2,5 Hz. La precisión del ACCUTRON era un orden de magnitud superior a la de los relojes mecánicos convencionales de la época, con +/- 2 segundos/día, y la pila eléctrica utilizada garantizaba un tiempo de funcionamiento mínimo de 12 meses. Así, este sistema de cronometraje fue utilizado por la NASA ya en 1958 en el satélite Vanguard I y en 1960 se instaló en un módulo de transmisión en la Luna, donde se utilizó para el control de la hora durante la transmisión de datos a la Tierra. Fue en la década de 1960 cuando se produjo la rivalidad entre Bulova y Omega en el programa espacial, y aunque las soluciones de Bulova fueron utilizadas por la NASA en varios dispositivos de cronometraje, el contrato para los relojes de los astronautas fue para Omega (el Omega Speedmaster Professional); no fue hasta la misión Apolo 15 de David Scott que utilizó su propio cronógrafo Bulova. Esto ocurrió después de que se rompiera el cristal de su reloj Omega. El mecanismo de cronometraje Bulova Accutron utilizado en los instrumentos de a bordo de la NASA sigue consagrado en la Luna, en el paisaje del Mar de la Tranquilidad, como legado de los terrícolas, donde lo dejó la legendaria tripulación de la nave espacial Apolo 11.  

En 2011, el empresario, aventurero y multimillonario de fama mundial Sir Richard Branson se convirtió en embajador de la marca por iniciativa propia.

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